Había una vez un rey medio idiota, pero re idiota que a la hora de comer siempre se le caía el plato y el vaso. Siempre había que comprar platos y vasos nuevos. Un día a la noche soñó que no era idiota y se hizo realidad ya que no tiraba sus platos. Entonces soñó que acababa con sus enemigos, pero no con todos. Entonces empezó a traficar armas para acabar con los enemigos que quedaban. A África le trafico más de 2.000.000 de armas y a América 5.500.000 armas baratas todo para eliminar a toda Asia y lo estaba consiguiendo. Tenía casi el control del mundo. Un día china mandó un espía para que matara el rey y eso sucedió: los imperios se cayeron y después de unos días ya no había cosas del rey y hubo paz mundial.
Angel Pereira
Angel Pereira
1 comentario:
Definitivamente Ángel nos demostró que son preferibles los reyes idiotas porque no hacen la guerra.
Publicar un comentario