Había una vez una piedra, pero no era una piedra cualquiera, esta tenía una peculiaridad: sus sueños, se volvían realidad. Sus sueños no eran la gran cosa, pero siempre se volvían realidad, hasta que un buen día soñó un ataque terrorista que acabaría con la mitad del país, la piedra se lo dijo a sus compañeros, pero no le hicieron caso. La piedra nunca había hablado con las demás piedras sobre sus sueños, así que era obvio que no le iban a creer.
Decidió ir a la ciudad para parar el atentado ella sola. En la ciudad buscó el edificio de sus sueños. pero nunca lo encontró, hasta que se topó con un mono de un equipo de monos con sueños que también se volvían realidad.
La piedra le contó sobre su sueño al líder de los monos y decidieron ir a detener la bomba.
Luego de salvar al país se dedicaron a salvar vidas y se convirtieron en unos héroes para todo el país.
Francisco Szlafsztein
Decidió ir a la ciudad para parar el atentado ella sola. En la ciudad buscó el edificio de sus sueños. pero nunca lo encontró, hasta que se topó con un mono de un equipo de monos con sueños que también se volvían realidad.
La piedra le contó sobre su sueño al líder de los monos y decidieron ir a detener la bomba.
Luego de salvar al país se dedicaron a salvar vidas y se convirtieron en unos héroes para todo el país.
Francisco Szlafsztein
2 comentarios:
Francisco nos introduce en un mundo delirante y absurdo en el cual sólo las piedras y los monos que sueñan pueden salvar el mundo. Ojalá tuviéramos más de esos monos y de esas piedras en nuestro mundo sin delirio.
muy lindo cuento panchoo
te mando saludos
segui asi
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